Expertos señalan que tener el síndrome del impostor no tiene que ser negativo, con la recomendación de aprender a enfocarlo para superar objetivos.
Al hablar del Síndrome del Impostor, se hace referencia al hecho de que no creas que eres lo suficientemente bueno o que no mereces tus logros, sin embargo, no tiene que representar algo negativo del todo, pues puede usarse a favor para alcanzar el éxito.
En algunos casos, dudar de ti mismo podría ser positivo, pues evita que te confíes e impulsa a tener la iniciativa de prepararte y aprender cosas que no dominas, en vez de estancarte en un mismo espacio y conocimiento que con el tiempo quedará obsoleto.
De igual manera, al salirse de control, el Síndrome del Impostor puede representar un ‘bache’ para nuestras vidas, por lo que puede orientarse como una motivación e impulso para alcanzar sus objetivos.
Tiene sus ventajas
De acuerdo con un artículo de Harvard Business Review, Basima A. Tewfik, profesora asistente en MIT Sloan, realizó varios estudios en los que examinó a los empleados que tienen el "síndrome del impostor", comúnmente considerado como el sentimiento de ser un fracaso a pesar de una reputación de éxito en el trabajo.
Descubrió que estos individuos adoptaban una orientación más centrada en los demás en sus interacciones sociales. Como resultado, fueron calificados como más efectivos interpersonalmente, llegando a la conclusión de que el síndrome del impostor tiene sus ventajas.
El artículo de Eben Harrell destaca que las personas familiarizadas con el síndrome del impostor tienden a pensar que son uniformemente dañinos, pues la creencia de que no eres tan competente como los demás creen que eres podría ponerte ansioso y disminuir tu autoestima.
¿Cómo enfocarlo para alcanzar el éxito?: Harvard
Sin embargo, detectaron una ventaja, pues la investigación de la profesora mostró que experimentar este fenómeno puede hacerte más hábil en las relaciones, “lo cual es un ingrediente clave para el éxito profesional”.
Una estadística citada con frecuencia sugiere que casi el 70% de las personas han tenido pensamientos impostores al menos en un momento de sus carreras. Dichos pensamientos tienden a alcanzar su punto máximo cuando enfrenta un nuevo desafío, comienza un nuevo trabajo o enfrenta nuevas tareas después de un ascenso.
Los expertos detallaron que no hay evidencias de que tener este síndrome pueda afectar el desempeño o volverla menos exitosa. Aunado a ello, el enfoque recomendado es dejar de verlo como un problema y convertirlo en un factor para buscar la superación personal y profesional.
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