Especialistas recomiendan tomar el problema como cualquier otro hábito, dejar la masturbación “de golpe” o de manera escalada, aplicar límites y estableciendo normas o cantidades para el auto-placer.
Para hombres y mujeres que exploran día con día su sexualidad, la masturbación es una actividad divertida y saludable, sin embargo, todo en exceso es malo y hay ciertos síntomas que indican que “estamos abusando del placer”.
Al pensar en alguien que se masturba todos los días, la primera relación son los jóvenes y adolescentes que incluso “compiten” por un récord diario, dejando de lado a los adultos y su sexualidad.
De acuerdo con Men’sHealth, practicar el sexo en solitario alivia el estrés, reduce el riesgo de cáncer de próstata y ayuda a dormir mejor, siendo varios beneficios de la masturbación para el organismo.
A pesar de ello, de la masturbación excesiva derivan problemas físicos y emocionales, que pueden detectarse a tiempo para controlarlo. Sobre el tema, no hay una frecuencia ‘normal’ establecida, afirma la Sociedad Internacional de Medicina Sexual.
Síntomas de exceso de masturbación
Bajo ese contexto, ¿cuándo un hábito inofensivo comienza a generar problemas? cuando afecta a la vida de forma negativa, afirman terapeutas certificados en adicción al sexo. Ejemplifican en primer lugar con el ‘daño físico’, con la aparición de lesiones o rozaduras en la piel, lo cual es el primer indicativo del exceso de masturbación.
Problemas en el trabajo y con tus amistades pueden aparecer al estar enfocado en tu placer, pues dejas de lado tus tareas, obligaciones y hasta salidas a fiestas por preferir quedarte en casa, siendo un claro problema en las relaciones personales.
La vida sexual también sufre un deterioro, pues a la hora del sexo, no pueden recrear la misma excitación, señala el Dr. Köhler, urólogo de la Universidad del Sur de Illinois. Problemas de pareja podrían aparecer por no conseguir una erección a la hora de mantener relaciones.
¿Qué hacer?
Especialistas recomiendan tomar el problema como cualquier otro hábito, dejar la masturbación “de golpe” o de manera escalada, aplicar límites y estableciendo normas y cantidades para el auto-placer.
Fijarse reglas e ir jugando con ellas podría ser la solución, quizá la masturbación nocturna para evitar retomar hábitos dañinos funcionaría, pero en caso de que no lo haga, acudir por atención terapéutica será necesario.
Esto se convierte en un dilema cuando lo colocas antes de tu vida cotidiana y tu vida sexual de pareja, por lo que la detección de problema puede ser un aliciente en el ámbito personal y con tu entorno.
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