El lado oscuro de los refrescos: ¿Qué ingredientes perjudiciales para la salud se esconden en su composición?

Entre los problemas más destacados, que producen los refrescos, se encuentra la obesidad y las enfermedades cardiovasculares

Los refrescos, conocidos por su sabor dulce y refrescante, han sido objeto de preocupación debido a los efectos negativos que pueden tener en la salud. Entre los problemas más destacados se encuentra la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. Pero, ¿qué es exactamente lo que contienen los refrescos que los hace tan perjudiciales para nuestra salud?

Según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), los ingredientes que se utilizan en la elaboración de los refrescos incluyen agua (natural, gasificada o mineralizada), azúcar, jarabe de alta fructuosa, jugo de frutas, conservadores, colorantes, saborizantes, cafeína, edulcorantes no calóricos y acidulantes. Algunos refrescos también contienen conservadores como el benzoato de sodio o sorbato de sodio, mientras que otros utilizan ácidos fuertes para evitar el desarrollo de microorganismos.

Es importante destacar que existe una diferencia entre azúcar y azúcares. Los refrescos contienen azúcar común o sacarosa, obtenida de la caña de azúcar o de la remolacha azucarera, así como otros tipos de azúcares como la fructosa, la glucosa, el jarabe de maíz de alta fructosa y el azúcar invertido

El consumo excesivo de azúcares puede contribuir al aumento de peso y a diversas enfermedades. 

Algunos refrescos afirman no contener azúcares, pero en su lugar utilizan edulcorantes no calóricos como el aspartame, acesulfame K, sucralosa, estevia y ciclamato de sodio. Sin embargo, se ha señalado que estos sustitutos de azúcar pueden tener efectos metabólicos negativos, como la disminución de la sensibilidad a la insulina y el aumento de la concentración de glucosa en la sangre.

El consumo de refrescos ha sido asociado con el sobrepeso y la obesidad, considerados problemas de salud pública a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda reducir el consumo de azúcares libres a 50 gramos al día, e incluso sugiere una reducción a 25 gramos diarios. En México, el sobrepeso y la obesidad han aumentado significativamente en las últimas décadas, y se asocian principalmente al consumo de bebidas azucaradas.

Además, se ha observado que el consumo de cafeína en niños, principalmente a través de refrescos de cola, puede tener efectos negativos como episodios de hiperactividad, ansiedad y alteraciones en los patrones de sueño.

Ante los posibles riesgos para la salud asociados al consumo de refrescos, es importante tomar conciencia de los ingredientes que contienen y moderar su consumo, optando por opciones más saludables como agua, infusiones o jugos naturales sin azúcares añadidos.

La información sobre los ingredientes y el impacto en la salud de los productos alimenticios debe ser difundida de manera clara y accesible para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas sobre su alimentación y bienestar.

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