El papel de la genética en la ansiedad: ¿Realmente hay un gen involucrado?

El descubrimiento del gen de la ansiedad podría abrir una nueva línea de investigación para el desarrollo de terapias que ayuden a las personas con trastornos de ansiedad. 

Un equipo de investigadores del Reino Unido ha descubierto el “gen de la ansiedad”, que podría estar relacionado con el estrés psicológico que genera la ansiedad y causa profundas alteraciones en los perfiles de expresión génica en varias regiones del cerebro.

 Los expertos descubrieron que el gen relacionado con la ansiedad es el llamado “miR-483-5p”. Al estudiar los cerebros de ratones, los científicos encontraron un aumento en los niveles de cinco miARN que son pequeñas moléculas que ayudan a determinar qué genes de una célula se expresan y cuáles no en la región del cerebro implicada en la ansiedad, llamada amígdala.

El estudio publicado en la revista "Nature", reveló que el “miR-483-5p” alcanzó los niveles más altos de ansiedad. Sin embargo, los científicos también pudieron observar que el mismo gen “miR-483-5p” suprimía la expresión de otro gen llamado “Pgap2” provocando lo que parecía ser un alivio al estrés y una reducción en el comportamiento relacionado con la ansiedad. 

Los miARN están estratégicamente preparados para controlar enfermedades neuropsiquiátricas complejas como la ansiedad. Pero los mecanismos moleculares y celulares que utilizan para regular la resiliencia y la susceptibilidad al estrés eran hasta ahora, en gran medida, desconocidos”, expresó Valentina Mosienko, coautora del estudio publicado en la revista especializada “Nature”.

De ratones a humanos: tratamiento para la ansiedad

De ahí que los autores del estudio consideren que este descubrimiento tiene un enorme potencial para el desarrollo de terapias contra la ansiedad.

Los científicos creen que, si nuevos estudios validan este hallazgo hecho en cerebros de ratones, pero ahora en cerebros humanos, el descubrimiento de este “gen de la ansiedad” y de la forma natural de ponerle freno, podría servir de modelo para tratamientos que ayuden a las personas con trastornos de ansiedad. 

La ansiedad abarca el trastorno de ansiedad generalizada, los ataques de pánico, las fobias, el trastorno obsesivo-compulsivo y el trastorno de estrés postraumático, que son las afecciones psiquiátricas más comunes que se diagnostican en la actualidad y afectan a aproximadamente el 25 % de la población al menos una vez en la vida.

“La vía miR483-5p/Pgap2 que hemos identificado en este estudio, cuya activación ejerce efectos reductores de la ansiedad, ofrece un enorme potencial para el desarrollo de terapias ansiolíticas contra trastornos psiquiátricos complejos en humanos”, aseguró Valentina Mosienko, coautora del estudio. 

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