Megan Fox declaró que padece este trastorno
Megan Fox se ha convertido en referencia para hablar abiertamente sobre la dismorfia corporal, una condición que no solo la afecta a ella sino a muchas personas en todo el mundo, incluyendo a otras celebridades.
La dismorfia corporal se caracteriza por una percepción distorsionada de la imagen personal, lo que lleva a la obsesión con los supuestos defectos del cuerpo. Esta afección puede afectar la autoestima, la confianza y la forma en que nos relacionamos con los demás, incluso llegando a modificar hábitos alimentarios y de ejercicio, lo que puede ser peligroso si se lleva al extremo.
La dismorfia corporal es similar al Síndrome del Impostor en términos de impacto en la salud mental. Ambas condiciones pueden hacer que las personas se sientan inadecuadas y sin merecimiento de los logros alcanzados. Sin embargo, la dismorfia corporal se enfoca en la percepción física de uno mismo, llevando a una obsesión con los supuestos defectos y generando inseguridad y falta de confianza. Es importante recordar que es normal tener inseguridades, pero cuando estas se vuelven extremas y afectan la vida diaria, pueden tener consecuencias negativas y dañinas.
El abordaje de la dismorfia corporal es importante para la salud física y mental. Es fundamental trabajar en la autoestima y la confianza en uno mismo, así como buscar ayuda profesional si se siente que la condición está afectando la vida cotidiana. La obsesión por los supuestos defectos físicos no solo es peligrosa en términos de la relación con uno mismo, sino en la relación con los demás y en la salud física si se llega a extremos en hábitos alimentarios y de ejercicio. Es importante tratar esta condición y trabajar en la aceptación y el amor propio para una vida plena y saludable.
¿Pero qué es la dismorfia corporal?
El trastorno dismórfico corporal es una afección de salud mental en la que la persona se enfoca obsesivamente en un defecto o varios que percibe en su apariencia, aunque estos pueden ser imperceptibles para los demás. La Clínica Mayo afirma que este trastorno puede generar una gran ansiedad y vergüenza, lo que lleva a la evitación de situaciones sociales y afecta negativamente la calidad de vida de la persona. Además, puede derivar en otros trastornos, como desórdenes alimenticios y adicción a procedimientos cosméticos.
Los expertos del Hospital Johns Hopkins destacan que la dismorfia corporal hace que sea muy difícil controlar los pensamientos negativos sobre el cuerpo, lo que puede generar pensamientos suicidas en algunos casos. Aunque la mayoría de las personas desarrollan este trastorno durante la adolescencia, también puede aparecer en adultos. Este trastorno puede afectar negativamente a la autoestima, la relación con los demás y la capacidad para disfrutar de la vida en general.
Es importante tener en cuenta que el trastorno dismórfico corporal es un trastorno de salud mental que puede requerir tratamiento especializado. Por ello, es fundamental buscar ayuda de un profesional si se presentan síntomas de este trastorno o si se sospecha que alguien cercano lo padece. El tratamiento puede incluir terapia cognitivo-conductual, medicación o una combinación de ambos.
¿Cuáles son sus síntomas?
La dismorfia corporal es un trastorno que puede tener distintas causas, desde factores psicológicos hasta del ambiente en el que se desenvuelve la persona. Sin embargo, el bullying puede ser un factor influyente en el empeoramiento del problema.
Este trastorno se manifiesta a través de una serie de síntomas como la preocupación extrema por la apariencia, buscar constantemente espejos para analizarse, creencias de que los defectos hacen que la persona sea horrible o deforme, la creencia de que los demás la juzgan constantemente y la necesidad de ocultar los supuestos defectos.
Otras manifestaciones son la comparación extrema con los cuerpos de los demás, perfeccionismo, ansiedad social, la necesidad de preguntar insistentemente si se ve bien y la adicción a las selfies.
Este trastorno también se manifiesta con comportamientos compulsivos en relación al cuidado personal, ansiedad, depresión y vergüenza por la apariencia. Además, el ejercicio extremo, la necesidad de preguntar a otros si se ve bien, la creencia de que los demás mienten al decir que se ve bien y el uso de ropa, maquillaje o accesorios para ocultar los supuestos defectos son algunos de los síntomas más comunes. Es importante acudir a un especialista si se llega a presentar alguno de estos síntomas, ya que puede ser un trastorno que afecte la calidad de vida de la persona y su bienestar emocional.
La Clínica Mayo y Johns Hopkins mencionan estos síntomas, los cuales son importantes conocer para diagnosticar la enfermedad. Es esencial tratar de encontrar la causa del problema y tratarlo de forma adecuada, para prevenir de esta manera un empeoramiento en la condición y mejorar la calidad de vida del individuo.
Tratamiento
Si tienes sospechas de tener dismorfia corporal, es importante buscar ayuda profesional para determinar si esto es realmente lo que está sucediendo y qué puede estar causándolo.
Muchas personas con trastorno dismórfico corporal tardan varios años en recibir un diagnóstico debido a que no son conscientes de que experimentan síntomas de salud mental o tienen miedo de buscar ayuda.
Una vez diagnosticado, el siguiente paso es buscar tratamiento que incluye terapia psicológica y medicación como antidepresivos, que pueden ayudar a manejar los síntomas. Los expertos recomiendan una combinación de ambas opciones para abordar eficazmente el problema.