El stealthing se originó en EUA
El actor Tenoch Huerta, conocido por su participación en “Black Panther: Wakanda Forever”, se ha visto envuelto en la polémica tras ser acusado de cometer “stealthing” por la saxofonista oaxaqueña María Elena Ríos, quien fue víctima de un intento de feminicidio con ácido.
En los últimos días, dos acusaciones más en contra del actor han sido exhibidas por la propia Ríos en su cuenta de Twitter, que han reafirmado la acusación de “depredador sexual” en su contra.
“Stealthing” es una práctica sexual peligrosa en la que se no se utiliza el preservativo durante una relación sexual, se daña o se quita sin el consentimiento de la pareja.
La Cámara de Diputados ha señalado que esto atenta contra la libertad sexual, la autonomía corporal y la libertad de elección reproductiva de las mujeres. Además, puede exponer a la víctima a enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados y repercusiones psicoemocionales irreversibles.
¿Por qué el “stealthing” se considera un tipo de abuso sexual?
El “stealthing” es considerado un tipo de abuso sexual, según el Senado de la República, ya que es una decisión unilateral y no consentida de las condiciones previamente acordadas.
Sin embargo, no siempre implica violencia o intimidación. La doctora Ana Celia Chapa Romero, especialista en violencia de género y sexualidad, indica que “el ‘stealthing’ confirma que su realización es una forma cosificar a las mujeres”.
Entre los argumentos que utilizan quienes realizan esta práctica están que “sin condón se siente mejor” y que los hombres asumen que tiene el “derecho masculino natural” de eyacular dentro de la vagina de las mujeres. Estos hombres lo hacen para su satisfacción, como un reconocimiento a su identidad y asociada a su sexualidad y rendimiento sexual.
Los estudios han demostrado que el “stealthing” es más común de lo que se piensa. Según la Universidad de Monash en Australia, 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 5 hombres que tuvieron relaciones sexuales con hombres fueron víctimas de “stealthing”.
Además, datos de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos del 2019 señalan que el 12% de las mujeres entre 21 y 30 años sufrieron “stealthing”.
Las mujeres víctimas de “stealthing” han comentado que lo consideran como una violación a la autonomía de sus cuerpos. Además, el “stealthing” puede tener efectos físicos en la víctima, como dolores de cabeza, de estómago, en insomnio, entre otros. Las repercusiones emocionales también pueden ser graves y se expresan en coraje, miedo, tristeza e incluso un gran sentimiento de culpa.