Lana del Rey se presentó en el Foro Sol de la CDMX
En una noche inolvidable en el Foro Sol de la Ciudad de México, Lana del Rey transportó a sus seguidores a un paraíso sonoro y visual el pasado martes 15 de agosto. Ante una multitud de casi 50 mil entusiastas fanáticos, la cantante neoyorquina marcó su esperado regreso a tierras mexicanas después de una ausencia de siete años, pintando la velada de blanco y melancolía.
El concierto, que inició a las 21:10 horas, fue más que una simple presentación musical. Un grupo de seguidoras sorprendió a la audiencia al distribuir pedazos de celofán de diferentes colores, lo que dio pie a una inesperada interacción.
Lana de Rey: La novia de México
Sin embargo, Lana del Rey tenía otros planes: el color de la noche sería el blanco. Desde el primer momento en que pisó el escenario en un atuendo que evocaba a un vestido de novia, quedó claro que la velada sería un viaje a través de su discografía, donde la tonalidad blanca se convertiría en protagonista.
La conexión emocional entre la artista y su audiencia fue palpable desde el comienzo. Lana del Rey abrió el espectáculo con un mensaje de bienvenida y las palabras proyectadas en las pantallas gigantes confirmaron que había traído el cielo a la Ciudad de México: “Dios les bendiga, Ciudad de México”.
A medida que avanzaba la noche, la cantante navegó a través de sus éxitos, desde "Born to Die" hasta su más reciente trabajo, "Did you know that there’s a tunnel under Ocean Blvd". Su vestido blanco desplegó una larga cola durante la interpretación de "A&W", transformando el escenario en un altar solemne y las bailarinas en pajes.
El foro Sol estuvo repleto de luces y lágrimas
Las lágrimas y los recuerdos inundaron el Foro Sol, ya que la música de Lana del Rey resonó con las almas de los asistentes. Canciones como "Young and Beautiful", "Cherry" y "Ride" hicieron eco en corazones que revivieron amores y momentos pasados.
Tanto seguidores de la primera hora como nuevos admiradores se unieron en una experiencia melancólica y esperanzadora, unidos por la voz inconfundible de la artista y los tonos blancos que dominaban el escenario.
En medio del espectáculo, Lana del Rey se acercó a su público, tomándose selfies y compartiendo momentos con sus fervientes seguidores, quienes habían acampado durante días para asegurarse un lugar en este evento único.
A medida que la noche avanzaba, la artista brindó una sorpresa al incorporar "Cinnamon Girl" a su repertorio después de doce años, agregando un toque especial a la velada.
El cierre del concierto llegó con "Video Games", una de sus canciones icónicas, seguida de un corto pero impactante "El Fin". Mientras la audiencia se dispersaba, el eco de su música y su presencia continuaba vibrando en el aire, dejando a todos los presentes con la certeza de que habían sido parte de un momento mágico en la historia musical de México.
En espera de futuras visitas, los seguidores de Lana del Rey se retiraron con corazones llenos y un recuerdo imborrable de una noche teñida de blanco y emoción.