El más reciente episodio de Dragon Ball Super mostró las pretensiones de Toyotaro y Akira Toriyama con el futuro de la serie.
Sin ánimos de recriminar o reprochar, se puede decir que las primeras historias de Dragon Ball tenía a las mujeres en roles lejanos a las batallas. Sin embargo, eso no quiere decir que estaban completamente apartadas o relegadas.
Pero el hecho de que pocas lograran alcanzar un nivel de pelea cercano al de Goku o Vegeta, por solo poner dos ejemplos, hacía que muchos calificaran al manga y animé de “machista”. Dicho calificativo se encamina a desparecer por completo.
Poco a poco la serie le da un lugar respetable a la mujer. Bulma es el mejor ejemplo, aunque haya ciertas situaciones de las que Akira Toriyama no debe estar orgulloso.
A pesar de los escenarios sexistas en los que muchas veces se puso a la mejor amiga de Goku, Bulma, siempre fue una reconocida científica y destacaba por su habilidad para desarrollar cualquier aparato tecnológico.
No obstante, el tema de las batallas de las artes marciales quedaba pendiente. Con Número 18 intentaron ser un poco más inclusivos, pero el nivel de pelea de la Androide de la Patrulla Roja se quedó rezagado con los poderes del resto.
Dragon Ball Super se encamina a la inclusión
El Torneo de la Fuerza, último arco que se desarrolló en el animé, nos muestra lo que ocurre con las dos saiyajins de Universo 6. Entre otras tantas, también, podemos destacar a Ribriane, del Universo 2, pero el Universo 7 seguía quedando atrás.
Dragon Ball Super #90 todavía no nos muestra a una guerrera de este nivel, pero la participación de Mai en la resolución del primer conflicto que se les presentó a los dos Saiyaman (Trunks y Goten) fue crucial para la detención del Dr. Hedo.
Es apenas una muestra de que Dragon Ball Super quiere exaltar el rol de la mujer en sus aventuras. La principal candidata para convertirse en la guerrera que puede alcanzar el mayor nivel que hemos visto en Goku, Vegeta o Gohan es precisamente otra saiyajin, Pan.
La pequeña hija de Gohan parece estar recorriendo un camino, hacia el poder que hasta ahora luce indetenible.