Durante su presentación en Viena, Austria, el sábado por la noche, Harry Styles, de 29 años y exintegrante de One Direction, fue impactado en el ojo por un objeto volador
Harry Styles se ha convertido en la última víctima de una preocupante tendencia en la industria musical, donde los asistentes a conciertos lanzan objetos a los artistas mientras se encuentran en el escenario. Durante su presentación en Viena, Austria, el pasado sábado por la noche, el exintegrante de One Direction, de 29 años, fue golpeado directamente en el ojo por un objeto volador.
El cantante, quien se encuentra en su exitosa gira Love On Tour, mostró signos de dolor y sorpresa mientras se agachaba y se cubría el ojo con las manos. Varios videos capturados por los fans mostraron el momento en que Styles, vistiendo un atuendo verde de lentejuelas, caminaba por el escenario cuando el objeto desconocido fue lanzado hacia él.
Este incidente ha generado una oleada de reacciones en las redes sociales, donde los usuarios han expresado su desaprobación ante esta práctica. Muchos se preguntan por qué las personas siguen lanzando objetos a los artistas, considerando que pagan por estar en primera fila y disfrutar del concierto.
La preocupación crece, ya que este tipo de situaciones perjudican la experiencia de los espectáculos y afectan la seguridad de los artistas.
Styles se une a una lista de artistas que recientemente han sido impactados por objetos durante sus presentaciones, incluyendo a Bebe Rexha, Drake, Kelsea Ballerini y otros.
En el mes pasado, Rexha fue golpeada en el ojo por un teléfono móvil durante su concierto en Nueva York, y en semanas anteriores, un fan arrojó las cenizas de su madre al escenario mientras Pink actuaba, dejando a la cantante sorprendida y desconcertada.
Esta tendencia preocupante pone en riesgo la integridad física y emocional de los artistas, así como la calidad de los conciertos y festivales. Es esencial que los fanáticos respeten a los artistas y eviten acciones que puedan poner en peligro su seguridad y bienestar.
Las autoridades y organizadores de eventos deben tomar medidas para prevenir estos incidentes y garantizar un ambiente seguro para todos los involucrados en la industria musical.