A pesar de su convicción, Jacqueline tiene claro que no es una meta fácil convertirse en sacerdote siendo mujer, pero no está en sus planes dejar de intentarlo.
Tras sentir “el llamado” durante un campamento cristiano para jóvenes durante su adolescencia, la alemana Jacqueline Straub describe que despertó en ella una nueva meta: convertirse en sacerdote en la iglesia católica.
Ese interés la llevó a escribir un libro llamado “Joven, católica y mujer: por qué quiero ser sacerdote”, buscando actualizar los orígenes de dicha religión, abogando por la igualdad de las mujeres.
Han pasado más de 15 años desde que sintió su llamado y mantiene el mismo ideal, mismo que se vuelve más fuerte con el pasar de los años, confesó la también escritora y periodista.
El boxeo, su segunda pasión
A pesar de su convicción, Jacqueline tiene claro que no es una meta fácil convertirse en sacerdote siendo mujer, pero no está en sus planes dejar de intentarlo.
Aunado a ello, su deporte favorito, el boxeo, le ha enseñado varias lecciones que ha aplicado en su vida, como el siempre levantarte aunque te sientas débil.
Es lo mismo con mi trabajo en la Iglesia, necesito mucho esfuerzo, pero si entrenas duro, algún día alcanzarás tu objetivo”, mencionó Straub.
Desigualdad
Como parte de su lucha, Jacqueline ha detectado un trato desigual por parte de la iglesia con las mujeres, sin los mismos derechos y oportunidades dentro de la institución religiosa.
Señala que en las parroquias locales que ella frecuenta, las mujeres mantienen viva las la iglesia, sin embargo, no se les permite convertirse en curas, describiéndolo como “una injusticia”, por lo que quiere mantenerse como un modelo a seguir para lograr reformas entre los católicos.
Afirma tener confianza de que, en el futuro, las leyes de la iglesia sean más flexibles, con sacerdotes hombres y mujeres, además de que los homosexuales y divorciados no estarán ajenos a los sacramentos como en la actualidad.
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