El Instituto Trottier para la Investigación de Exoplanetas (iREx) ha anunciado el descubrimiento de un nuevo exoplaneta del tamaño de la Tierra, llamado LP 791-18 d, gracias al uso de los datos recogidos por la NASA. Este nuevo descubrimiento ha despertado considerable interés en la comunidad científica, ya que se ha confirmado que destacan por su actividad volcánica. Sin embargo, se encuentra a una distancia de 90 años luz de nuestro planeta y, obviamente, no existe vida en él.
Merrin Peterson, un miembro del Instituto Trottier, ha sido el encargado de hacer el hallazgo, haciendo uso de los datos del TESS, el Satélite de Encuesta de Exoplanetas en Tránsito, y el Telescopio Espacial Spitzer, entre otros observatorios. Los resultados obtenidos han sido publicados en la revista científica Nature, donde se ha confirmado que el exoplaneta orbita una pequeña estrella enana roja en la constelación del Cráter, estando bloqueado por mareas: un lado siempre mira hacia la estrella, mientras que el otro no la recibe nunca.
Los investigadores han tenido la oportunidad de analizar el exoplaneta y han llegado a la conclusión de que, muy probablemente, su actividad volcánica puede proporcionarle una atmósfera, lo que podría permitir que el agua se condense en el lado nocturno. En palabras de Björn Benneke, uno de los autores del estudio y profesor de Astronomía en iREx, el lado diurno estaría demasiado caliente para que exista agua en estado líquido en la superficie. Por lo que la actividad volcánica sería la clave para que el LP 791-18 d pudiera albergar vida.
Otra de las autoras del estudio, Jessie Christiansen, científica del Instituto de Ciencias de Exoplanetas de la NASA, afirmó que “una gran pregunta en astrobiología es si la actividad tectónica o volcánica es necesaria para la vida”. Además de proporcionar potencialmente una atmósfera, estos procesos podrían agitar materiales que, en caso contrario, se hundirían y quedarían atrapados en la corteza, incluidos aquellos que creemos que son importantes para la vida, como el carbono.
El LP 791-18 d ha llamado la atención de los científicos, ya que podría ser un lugar ideal para analizar la existencia de la vida. Sin embargo, en la actualidad, es imposible viajar a este exoplaneta ya que se encuentra a años luz de distancia. Sin embargo, su estudio y análisis en los próximos años podrían ofrecernos información valiosa sobre los orígenes de la vida y su posible existencia en otros planetas del universo.