La música en el sexo funciona como un facilitador
La música y el sexo tienen una relación estrecha. De acuerdo con el profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Hugo Sánchez Castillo, la música durante el sexo sirve como estimulante y ayuda a las personas a desinhibirse. Sin embargo, el experto enfatiza que la música no potencia el placer sexual ni garantiza mejores orgasmos.
Sánchez Castillo explica que la música forma parte de un conjunto de elementos que pueden generar un ambiente que facilite el sexo, pero no es el único factor determinante. La tonalidad del instrumento, la velocidad, la letra de la canción y la voz del cantante crean un ambiente propicio para que la persona se sienta más cómoda y relajada en su conducta sexual.
Un estudio realizado por la Universidad de Londres y citado por la UNAM, titulado "Science Behind the Song", exploró los efectos de diferentes géneros musicales durante el sexo. Los resultados indicaron que el rock es perfecto para centrarse en el disfrute y tener encuentros intensos o apasionados.
El reguetón, por otro lado, no se considera un afrodisíaco, ya que tiende a producir encuentros rápidos y menos emocionantes, además de disminuir la capacidad cerebral y la memoria.
El pop es recomendado para encuentros divertidos y relajados, especialmente para parejas que ya han intimado anteriormente o están en una relación estable.
El jazz y el blues estimulan los sentidos de la pareja, siendo ideales para encuentros tranquilos y llenos de sensualidad. La música clásica se asocia con el sexo tántrico, una práctica sexual meditativa que busca enfocarse en la conexión mental.
Por otro lado, la música electrónica y el reguetón se consideran menos recomendables para encuentros sexuales prolongados y más introspectivos.
Sin embargo, el especialista enfatiza que no existe un género musical perfecto para tener relaciones sexuales, ya que esto depende de cómo cada persona sienta la melodía.
Aunque cada uno de estos géneros ha tenido su etapa de auge, lo más importante es que la música se ajuste a los gustos y preferencias de cada individuo, creando así un ambiente personalizado que favorezca la intimidad y el disfrute mutuo.