Las temperaturas altas hace más irritables a las personas, según expertos
El calor extremo puede afectar significativamente el comportamiento humano tanto física como mentalmente, según revelan estudios realizados por expertos en la materia. Fisiológicamente, los cuerpos de las personas no están hechos para soportar temperaturas húmedas superiores a 35°C, ya que el cuerpo humano no es capaz de enfriarse adecuadamente por medio del sudor. Por su parte, los estudios han relacionado el calor extremo con una mayor agresión, una menor capacidad cognitiva y la pérdida de productividad.
Entre los hallazgos más significativos se encuentra un experimento realizado en el año 2000 por el psicólogo social Craig Anderson, quien descubrió que las personas ubicadas en habitaciones cálidas tendían a calificar a otros individuos como más hostiles, aun cuando sus reacciones no obedecían necesariamente a esa condición. De hecho, el efecto era notorio incluso en aquellas personas situadas en ambientes con climatizadores, aunque la sensación de frescura fuera solo psicológica.
Según los expertos, tales percepciones pueden dar paso a la violencia real cuando las personas carecen de una vía de escape. Otros estudios han encontrado que los delitos violentos pueden aumentar en los días con temperaturas altas. Por ejemplo, investigadores en Los Ángeles observaron que durante los meses de mayo a septiembre de 2021 los delitos violentos se incrementaron en un 10%, justo cuando las temperaturas oscilaron entre los 24-32°C.
Por otro lado, el calor extremo también puede afectar el rendimiento académico. Un estudio realizado en Estados Unidos encontró que los estudiantes que tomaban un examen en un día de aproximadamente 32°C tenían un 10% menos de probabilidades de aprobar una materia en particular, en comparación con el mismo examen tomado en un día de 24°C. Es importante tener en cuenta estas consideraciones al momento de diseñar políticas públicas que protejan a la población de eventos climáticos extremos.