Los problemas para dormir son otro aspecto a considerar al hablar de la falta de relaciones sexuales al estar relacionado con el estrés.
Es normal tener etapas en nuestra vida con poca actividad sexual. Esta ‘sequía’ puede variar entre días, semanas o incluso meses, pero ¿te has preguntado si tiene algún impacto negativo en el cuerpo?, el tema fue estudiado a fondo durante la época de la pandemia y estos fueron los resultados.
De acuerdo con una investigación del Instituto Kinsey llamada Sex and Relationships in the Time of Covid-19, el 44% de los participantes afirmaron que su vida sexual había disminuido en los primeros meses de la pandemia, mientras que el 30% dijo lo mismo de su vida romántica, detallando que, a pesar de pasar mucho tiempo en casa con sus parejas, no encontraban esa ‘motivación’.
El doctor y autor principal del estudio, Justin Lehmiller, señaló que los resultados arrojados se deben a que la gente está “más estresada y ansiosa, lo que tiene el efecto de disminuir el deseo sexual”, esto bajo el contexto del aislamiento.
Falta de sexo: Consecuencias para el cuerpo
De manera casual se puede decir que tras ‘una noche de sexo’ tu humor mejora, sin embargo, está relacionado al estrés. La neurocientífica Debra W. Soh informó que durante un orgasmo se liberan endorfinas que ayudan a mejorar tu estado de ánimo, convirtiéndose en una forma para lidiar con el estrés.
Los problemas para dormir son otro aspecto para considerar al hablar de la falta de relaciones sexuales al estar relacionado con el estrés. De acuerdo con el Dr. Phil Stieg, la liberación de las hormonas oxitocina, prolactina y dopamina facilita un mejor sueño y durante el sexo se liberan numerosas de ellas.
Otra situación que se ha identificado a raíz de los estudios es el aumento de la presión arterial. En 2006, Biological Psychology publicó que las personas que mantenían relaciones sexuales con regularidad tenían niveles de presión arterial más bajos que las que no lo hacían.
Más allá de los problemas de salud, otro aspecto a considerar es el rendimiento a la hora de realizar tus actividades diarias. Esto es rescatado en un estudio de la Universidad Estatal de Oregón descubrió que “las parejas con una vida sexual activa eran más felices en el trabajo”.
Sexo a una edad temprana
De acuerdo con datos de Developmental Psychology, los adolescentes que ‘debutan’ antes de los 15 años usan menos anticonceptivos al estar faltos de información. Aunado a ello, son más propensos a abusar de sustancias y presentar problemas en sus emociones.
Dejando claros los beneficios de la sexualidad en la etapa adulta como el alivio del estrés, salud favorable o una menor mortalidad, el estudio enfoca los aspectos negativos del sexo en la adolescencia.
Síntomas como depresión, abstinencia, soledad, agresión, comportamiento antisocial o el abuso de sustancias, fueron parte de los resultados al estudiar a 200 estudiantes de preparatoria.
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